LAVADORES DE AUTO

PROFESIONALES "INVISIBLES": LOS LAVADORES DE AUTO

Debido al apuro de la vida cotidiana, los propietarios de automóviles ni siempre pueden tener un cuidado básico con sus autos. Una de las primeras precauciones que tomamos en relación a nuestros autos es con su limpieza, pero cuando no tenemos tiempo o no sabemos hacerla, recurrimos a los lavadores de autos.

Continuando con nuestras entrevistas sobre profesionales "invisibles", siguimos con los lavadores de autos de la Avenida Maranhão, que están cerca de la Universidad Estatal de Piauí, a 1,6 km de distancia, empezando cerca de la gasolinera hasta cerca de la puente metálica, llevando una media de 4 minutos para llegar en el sitio.

Un lavador de auto, además de conocer los cuidados en el momento del lavado, también debe comprender, al menos los conceptos básicos de la mecánica, para no cometer ningún error en la parte eléctrica del automóvil, por ejemplo.

Durante las entrevistas escuchamos la historia de Fabrício*, joven de 24 años que trabaja desde los 12, cuando vivía en São Paulo. Después de la muerte de su madre, tuvo que trabajar para ayudar con los gastos. En São Paulo, él ganaba más dinero, pero el costo de vida es mayor y esa fue la razón por la que resolvió venir al Piauí y empezó a trabajar lavando autos, ganando mucho menos. Fabrício* tiene un hijo y vive con su abuela desde que su madre murió.

Actualmente, trabaja en avenida Maranhão a más o menos un año y medio y habló que muchas veces volvía para su casa sin siquiera lavar un auto. Cuando niño, soñaba en ser médico, pero no realizó este sueño y ahora tiene planos de tener su propio lavado de autos.

Incluso, algunos lavadores de autos de la Avenida Maranhão trabajan para otras personas, pero nuestro entrevistado dijo que el alquiler de puntos es alrededor de R$100,00 (cien reales) por semana y que también es posible comprar un punto.

Fabrício* habló que una de sus mayores dificultades es cuando se queda enfermo, porque hay que trabajar todos los días para asegurar su sustento y de su familia.

Con una media de siete a ocho personas que trabajan con él, Fabrício* nos dijo que no trabajan con un contrato formal y que reciben por la producción, ganando 50% del valor de cada lavado. La cantidad más alta que ganaron fue de R$1700,00 (mil siete cientos reales), pero hubo meses que ganaron R$500,00. Trabajan en enquipos y nos hay competición entre elllos, tampoco entre los otros puntos: el cliente elige dónde quiere lavar su auto, incluso hay clientes fieles. Según Fabrício*, su profesión es invisible y que las tonterías que un lavador hace, todos pagan, además de la cantidad de clientes diminuir.

Siguimos la entrevista con otros profesionales y tuvimos la oportunidad de entrevistar Fernando*, 38 años, que trabaja como lavador de auto desde 1995. Cuando empezó a trabajar, se lavaba los autos con un balde, ya que no había energía en las casas de aquella región y cuando la energía llegó, fue cuando pasó a utilizarla para sacar agua del río. En la época, él vio una oportunidad, ya que era grande la movimentación de personas cerca del río y, como lavador, consigue crear a sus cuatro hijos.

Él no considera que su trabajo es algo malo, pero criticó la postura del gobierno en relación a los lavadores de auto, pues algunas autoridades ya intentaron sacarlos de allí, pero sin siquiere ofrecer ninguna ayuda o otra opición de trabajo.

Otro entrevistado fue el señor Duarte*, que trabaja como lavador de auto hace veinte años. Empezó cuando tenía 40, después de cerrar su comercio, debido al aumento de la criminalidad y al número de asaltos. Para él, su profesión es valorada, pues hay siempre personas buscando por sus servicios, en resumen, hay cliente fieles.

Duarte* empieza su trabajo a las 7h30min y, diariamente, lava una media de cinco autos, con precios variados, de acuerdo con el tamaño del auto. Además de tener una rutina agotadora, él se arriesga en la avenida buscando por clientes. Nuestro entrevistado comparte la profesión con su hijo menor, que vive con él, y que el dinero que gana es suficiente para ayudar en casa, ya que sus otros hijos desarrollan otras actividades y tienen sus propias familias.

Después de hablar con el señor Duarte*, hicimos una entrevista con Teresa*, que trabaja desde sus 16 años como lavadora de autos y, para mejorar su renta, vende "arrumadinho" todos los fines de semana, mientras que sus empleados lavan los autos. Con estos trabajos, ella mantiene a su familia.

Teresa* nos dijo que sufre prejuicio, porque tiene una profesión que la sociedad mira como un "oficio de hombres". Su revelación nos hizo preguntarle de donde venía el prejuicio y ella nos habló que generalmente viene de los clientes que tienen dudas de su capacidad como lavadora. Cuando eso ocurre, ella los hace una propuesta: "déjame lavar tu auto y si a ti no te gustar el resultado, no necesitas pagarme", pero siempre pagan y elogian su trabajo. Teresa* aún piensa en volver a los estudios, y soñaba en ser médica, cuando niña. La entrevista con Teresa* fue muy interesante, pues ella ya pasó por muchas cosas, ya fue arrestada por engaño y, en este momento, solo pensaba en su hija.

Entrevistamos aún Daniel*, 18 años, y Eduardo*, 22 años, que empezaron a trabajar como lavadores de auto a pocos años, debido a pocas oportunidades de trabajo en la capital Teresina y debido a la crisis en que pasa nuestro país. Ellos aseguran que lo que hacen satisface las necesidades y no encuentran dificultad en trabajo.

Cada uno tiene su propio punto y ejecutan su actividad independiente de patrón, o sea, son dueños del proprio negócio. Atienden varios clientes con mucho respeto , así conquistan cada vez más clientes.

Eduardo* desea volver a los estudios y así cambiar para una profesión más tranquila. Preguntamos si quería ser profesor, pero respondió que nó quería ser profesor, sino veterinario.

CURIOSIDAD

¿DÓNDE ESTÁN LOCALIZADOS?

*: Para preservar la identidad de los entrevistados, ponemos nombres ficticios. 

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